Restos de un castillo del siglo XV. Cuenta con iglesia y torre exenta mudéjar, con retablo barroco. Cristo, llamado de las Batallas, del siglo XV y una cruz del año 1634. Casona centenaria de labranza con escudo en piedra de los Montalvo.
A 65 kilómetros de la ciudad de Valladolid, está situada en las inmensas llanuras del sur de la provincia. Ha pasado a la historia por ser el lugar de parada y fonda de Isabel la Católica, en sus andaduras entre Madrigal de las Altas Torres (Ávila) y Medina del Campo.
Ese lugar de parada, era el castillo, hoy de propiedad privada, que situado sobre un pequeño cerrito, vigila desde su posición en las afueras del núcleo, el resto del conjunto urbano. El castillo edificado en el siglo XV, ha cambiado el aspecto original de su Plaza de Armas, por un silencioso y tranquilo cementerio.
En el centro del pueblo se ubica la Iglesia de San Juan Bautista, caracterizada por tener la torre de la misma separada del conjunto del edificio. Realizada en estilo gótico-mudéjar, tiene reformas barrocas en la nave, la cual se encuentra entre contrafuertes. Entre los atractivos que presenta, están la armadura mudéjar de la capilla mayor, el Cristo de las Batallas del siglo XV, el retablo barroco del altar mayor y el órgano. Puede visitarse contactando con el Ayuntamiento.
Las fiestas más populares son las que se desarrollan el 24 de junio, en honor a San Juan Bautista, con verbenas durante la noche, y las de la Virgen de la Asunción del 14 al 19 de agosto, en las que aparte de verbenas hay concursos como el de cintas a caballos y juegos tradicionales como el tiro al plato.
Su oferta turística se completa con un restaurante.